Por Martin Burgos (Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche).
La madre de todas las batallas: El superávit de los últimos años permitió sostener el saldo positivo de la cuenta corriente, sin necesidad de recurrir al endeudamiento. Sin embargo, la evolución reciente volvió a poner en debate la restricción externa y los mecanismos para sortearla.
Un problema esencial: La defensa de la industria nacional en un contexto de mejora en la distribución del ingreso es uno de los problemas esenciales que este gobierno buscó resolver desde 2003. En efecto, la mejora de los salarios reales que significa la reapertura de los convenios colectivos de trabajo y las distintas políticas sociales llevadas adelante tienen un impacto económico más importante si es aprovechada por la oferta nacional. Por eso el tipo de cambio alto fue una herramienta clave para proteger la industria nacional frente a las importaciones.
Sin embargo, las distintas etapas de la crisis internacional motivaron cambios en las herramientas de protección utilizadas. En 2008, la especulación sobre los precios de las commodities generó una etapa “alcista” de la crisis que tuvo su corolario a nivel nacional en el llamado “conflicto con el campo” por el reparto de la renta extraordinaria. La derrota parlamentaria sufrida por el Gobierno implicó la imposibilidad política de cambiar la alícuota del impuesto a las exportaciones, y en consecuencia la imposibilidad de subir el tipo de cambio sin afectar los salarios de los trabajadores.
Nota Completa ver aquí: La madre de todas las batallas.
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