Nuestro objetivo:

La cátedra nacional de economía política Arturo Jauretche busca recuperar la experiencia de las Cátedras Nacionales de los años setenta para pensar en clave nacional los grandes problemas económicos del país.

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lunes, 28 de abril de 2014

Descargate el informe de Pobreza e Indigencia en Argentina.

En este informe se presentan estimaciones sobre la evolución del porcentaje de población bajo la línea de pobreza e indigencia desde el 2003 hasta el segundo semestre de 2013, haciendo uso, desde 2007, de canastas de indigencia y pobreza propias, confeccionadas ajustando las canastas de INDEC de diciembre de 2006 con la información de precios que brindan algunos institutos de estadísticas provinciales.
En base a esas estadísticas se observa que el porcentaje de población pobre, que era del 46% en el segundo semestre de 2003, se ubicó por debajo del 15% en el último año y medio. Por su parte, el porcentaje de población indigente (aquellos que no acceden a una alimentación mínima), que era del 19% en 2003, se encuentra por debajo del 5% desde hace dos años y medio.
Para el segundo semestre de 2013, el 13,2% de la población percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza y un 4% por debajo de la línea de indigencia. En la comparación con el mismo semestre de 2012, se percibe una leve disminución en ambos porcentajes (de 1 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente).
Las claves para la disminución de los índices de pobreza e indigencia entre 2003 y 2013, se encuentra en la creación de empleo y mejora de los salarios en una primer etapa, para luego cobrar relevancia la política de inclusión y mejora de haberes jubilatorios junto a la asignación universal por hijo.
Teniendo en cuenta que la información de la EPH llega hasta finales de 2013 y que en los primeros meses de 2014 se registra una aceleración de la inflación, un incremento aún mayor de las jubilaciones, asignaciones y del salario mínimo, parece una política recomendable para evitar un deterioro del ingreso real de la población más humilde.- 


martes, 22 de abril de 2014

En "678":

Esta noche a las 21 hs en el programa "678" de canal 7 estará el compañero y economista Andrés Asiain. Los invitamos a todos/as.
Twitter: @cnejauretche

lunes, 14 de abril de 2014

En el Bauen: Feria del Libro Social y Político 15 y 16 de abril.



CULTURA EN DEFENSA DEL B.A.U.E.N.

En solidaridad con la lucha de los trabajadores del hotel BAUEN, se realizará el 15 y 16 de abril la Feria del Libro Social y Político, de 17 a 21 hs en el Bauen, Callao 360.

En ese marco, la editorial Arturo Peña Lillo y Ediciones Continente lanzarán los tres primeros libros de la Biblioteca Economía de los Trabajadores, una colección producida íntegramente en empresas recuperadas y cooperativas.

Títulos:
Crisis y autogestión en el siglo XXI
Cooperativas y empresas recuperadas en tiempos de neoliberalismo
Maurício Sardá de Faria, Henrique T. Novaes y Andrés Ruggeri (compiladores)

Trabajo informal, economía solidaria y autogestión
Precariedad laboral y Resistencia en la globalización
Marco Gómez Solórzano y Celia Pacheco Reyes (compiladores)
¿Qué son las empresas recuperadas?
Autogestión de la clase trabajadora 
Andrés Ruggeri
Agenda:
Martes 15, 19 hs.: presentación de la colección Biblioteca Economía de los Trabajadores. Contará con la participación de sus autores, trabajadores de empresas recuperadas y del escritor e historiador Osvaldo Bayer.
Miércoles 16, 19 hs: estreno del documental "B.A.U.E.N. Lucha, cultura y trabajo", dirigido por Fabián Pierucci y producido por el Grupo Alavío. 

Estas actividades se enmarcan dentro de la campaña de apoyo a los trabajadores del Hotel BAUEN, reclamando la continuidad de la autogestión de sus trabajadores y contra el desalojo ordenado por la jueza Paula Hualde.  


Mito económico (Página/12-Cash): Ciencia y fenomenos sociales.

La economía matemática.
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

El uso de las matemáticas en la ciencia económica se ha convertido en abuso. Una breve ojeada de las revistas académicas del Primer Mundo muestra artículos llenos de ecuaciones y demostraciones matemáticas que espantan a quien se acerca a la ciencia con intenciones de comprender fenómenos sociales como el alza de los precios, la desigual distribución del ingreso o el desempleo. Si alguno imagina que el uso de las matemáticas se debe a la búsqueda de una mayor precisión en la explicación de los acontecimientos económicos, se toparía con el fenómeno contrario: se sacrifica el poder explicativo de los fenómenos económicos para sustituirlos por comportamientos irreales pero más simples de formalizar.
Sociedades conformadas por individuos obstinados en maximizar su utilidad, iguales los unos a los otros, conocedores de todo lo que pasó y va a pasar a lo largo de su vida; emprendimientos donde se contratan factores productivos mediante cálculos marginales de producción e ingresos, máquinas que se transforman en trigo y se combinan infinitesimalmente con trabajo humano en x proporciones, no son una historia de ciencia ficción, sino los supuestos habituales sobre cómo funciona el mundo realizados por ciertas corrientes de pensamiento económico en su afán de reducir los comportamientos sociales a una serie de ecuaciones.
Con semejante alejamiento entre pensamiento económico y los hechos concretos, nadie debe sorprenderse de que, ante el reciente estallido de una de las mayores crisis económicas de la historia del capitalismo, la mayor parte de los economistas de prestigio académico no hayan alcanzado a esbozar, siquiera, un intento de explicación.
Para comprender los intereses detrás de la matematización de la economía es bueno remitirse a los orígenes del fenómeno. En los finales del siglo XIX, la escuela clásica cuyas bases fueran sentadas por Adam Smith y David Ricardo se encontraba en declinación frente al ascenso del pensamiento marginalista como nueva ortodoxia en el interior del liberalismo. Las nuevas ideas forjadas por intelectuales como Williams Stanley Jevons, Carl Menger o León Walras abandonaban la teoría del valor trabajo como fundamento de los precios y el análisis de una sociedad divida en clases sociales. Con un intensivo uso de las matemáticas que asimilaba la economía política (que en esos tiempos sería rebautizada como “economía” a secas) a una ciencia dura, planteaban un análisis ahistórico de los problemas económicos, a partir de una serie de supuestos sobre el comportamiento de individuo.
 

lunes, 7 de abril de 2014

En Infobae: Un modelo para la difusión de cultura popular.

Por Martin Burgos.

La primera pregunta respecto de Fútbol para Todos es si los 1.410 millones de pesos presupuestados para este año son mucho o poco, dado que es financiado por todos los contribuyentes. Si dividimos esa suma por los 40 millones de habitantes que somos, son 35 pesos por argentino por año, 3 pesos por mes. Si lo dividimos por los 14 millones de hogares en el país, son 100 pesos anuales por hogar, o sea 12 pesos mensuales. A comparación, el cable suele costar 200 pesos mensuales, a lo que habría que sumarle el codificado para los “clásicos de la fecha” para poder medir la ganancia que se llevarían las empresas por hacer lo mismo que está haciendo la televisión pública. No tenemos que olvidar que si la cobertura de cable en el país es alta, es por la solidaridad instalada entre los vecinos para el pago “cooperativo” del abono.
A modo de comparación, TVN de Chile paga 5 millones de dólares por año (42 millones de pesos) a un cableoperador para difundir las jugadas destacadas y los goles. En Alemania, el canal público ARD paga 124 millones de euros anuales (1200 millones de pesos) para transmitir los resúmenes y 7 partidos por año.
En términos internacionales, la tendencia del negocio del fútbol es la de su completa privatización a manos de grupos de medios locales durante los años noventa, con resistencias puntuales que se saldaron llevando a la televisión abierta los partidos de fútbol (como el caso de la ley socialista de 1997 en España, que implicó la difusión de un partido por fecha al aire). Hoy ya no son los medios locales los que compran los derechos, por la inflación prohibitiva que conoció ese mercado, sino medios internacionales como Al Jazeera (dueño de los derechos de los campeonatos franceses y españoles) o Rupert Murdoch (campeonato de Alemania e Italia).
En consecuencia, se puede decir que Futbol para Todos es un modelo de difusión de la cultura popular distinto, orientado a una mejora en la distribución del ingreso en un mercado muy concentrado –el de los medios de comunicación. Si bien siempre se pueden aceptar críticas y mejoras en los contenidos, cabe resaltar que los costos no son altos para el contribuyente, mientras que para los hogares “futboleros” lo más difícil de ahora en más será: ¿cómo hacer para que lo que hoy es gratuito, no lo empiecen a cobrar el día de mañana?
 

En Suple Eco (Tiempo Argentino): Política Nacional, granos y profundización.

Por Ernesto Mattos.
 
La Argentina en 2005 recuperó la política nacional, luego de realizar una serie de negociaciones que dieron por resultado "ajustar" al mercado financiero internacional.
Para tener una idea de su magnitud, luego de la crisis financiera de 2008 que puso en evidencia los desequilibrios y desigualdades socioeconómicos en el sistema capitalista, su recuperación sólo llevó dos años; para el año 2010 su poder económico era el equivalente a tres veces el PIB Mundial (Juan H. Vigueras, 2012). En este contexto la Argentina había decidido no recortar el presupuesto nacional para pagar los intereses de la deuda como en 1989 y 2001.
Pero, ¿es posible una Política Nacional en el siglo XXI? Difícil, intentaremos responder con algunos datos. En el plano nacional durante 2003 y 2012 se fueron unos 130 mil M U$S, si sumamos fuga de capitales y giro de utilidades y dividendos, de los cuales el 70% lo hicieron durante 2008-2012. Los responsables de esta salida de divisas fueron las grandes empresas nacionales e internacionales que aprovechando la recuperación económica se apropiaron de los aumentos salariales vía precios. Las empresas trasnacionales vinculadas al comercio exterior acaparan la mayor producción de soja y derivados para exportación: Bunge, Cargill, Noble, Nidera y Dreyfus. Pero no sólo participan de la exportación de harina y pellets, aceite y poroto de soja sino también en maíz (y derivados) y trigo. El trigo, maíz y la soja son hoy los principales productos de la Pampa Húmeda, y generan el 45% de las divisas que ingresan al país por el sector externo. Se explica así la relevancia de la liquidación de las divisas provenientes del agro para los requerimientos de productos no fabricados en el país. Los datos del primer bimestre de 2014 contabilizan unos 2960 millones de dólares, superior a 2013 que fue de 2232 millones de dólares. Pero si observamos los datos del periodo post crisis 2008, notamos lo siguiente: 3552 MDD (2008); 2665 MDD (2009); 2015 MDD (2010); 2623 MDD (2011); 2921 MDD (2012); 2232 MDD (2013); y 2960 MDD (2014). La liquidación de divisas del primer bimestre de 2014 es inferior a la de 2008 pero similar a la de 2009, cuando la producción y molienda han crecido junto con los precios internacionales en aceite y harina. No obstante, este grupo de empresas trasnacionales tienen operadores: la Mesa de Convergencia Empresarial (MCE) donde están la SRA y la Mesa de Enlace, la Asociación Empresa Argentina (AEA), el Instituto para el Desarrollo Empresarial de Argentina (IDEA), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara de Comercio Argentino-Norteamericana (AMCHAM), la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), y la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas, entre los más representativos. 

Mito económico (Página/12-Cash): Emitir un millón de pesos para cada argentino.

La inflación monetaria.
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

La ortodoxia suele caracterizarse por aplicar análisis simplistas, válidos en todo tiempo y lugar, para explicar complejos procesos socioeconómicos. Un ejemplo es la teoría monetarista de la inflación, donde todo aumento de precios en cualquier país y momento de su historia se atribuye a la emisión monetaria por parte de la banca central para financiar el excesivo gasto estatal. El discurso se mantiene contra toda evidencia empírica, como la reciente de los Estados Unidos, donde se calcula una emisión de 16 billones de dólares para limpiar los pasivos de los principales bancos privados durante la última crisis, sin que se haya registrado una aceleración de la inflación.
En el plano local, el hecho de que la inflación se haya más que duplicado entre 2006 y 2008, cuando había superávit de las cuentas públicas y la tasa de emisión era decreciente, tampoco parece mellar la fe de los ortodoxos sobre el poder explicativo de su teoría. Tampoco se inhiben ante la evidencia de los últimos meses, en que la política de reducción real de la base monetaria por parte del BCRA convive con una disparada de los precios. El paradigmático caso de los subsidios a las tarifas, donde un recorte que reduce el gasto y las necesidades de emisión impactan positivamente sobre el ritmo de aumento de los precios, es gambeteado con una promesa de estabilidad en el largo plazo, aquel indefinido tiempo en que el economista británico John Maynard Keynes presagiaba que “estaríamos todos muertos”.
Arrinconados por la realidad, los defensores del monetarismo suelen replicar que, si la emisión no genera inflación, el gobierno podría alcanzar mágicamente la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación, emitiendo un millón de pesos para regalárselo a cada argentino. Se trata de una chicana liberal que, sin embargo, puede ser una buena excusa para discutir sobre los límites de las políticas monetarias expansivas. Al respecto, en Teoría general Keynes presagiaba que el límite se encontraba en que la expansión de los gastos estimulada por la expansión monetaria no superara la capacidad productiva máxima dada por el pleno empleo de la fuerza de trabajo. Sin embargo, ese límite teórico fue desafiado en los países centrales durante la experiencia de movilización económica en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Como explicó John Kenneth Galbraith, en el libro Teoría del control de precios, los excesos de ingresos por sobre la oferta de pleno empleo provocados por la expansión monetaria que acompañó el esfuerzo bélico, fueron canalizados hacia el incremento de los ahorros monetarios mediante el racionamiento de la demanda y los controles de precios.
 

sábado, 5 de abril de 2014

En Infobae Opinión: Riesgos para América Latina.

Por Nicólas Zeolla.

Las bajas tasas de intereses que mantuvo la Reserva Federal norteamericana (FED) desde la salida de la crisis de sub-prime estuvo en línea con las necesidades de la economía estadounidense para trata de escapar rápidamente a la recesión. Mientras tanto, un conjunto de países de América latina hicieron uso del ingreso de capitales de corto plazo como dinero fresco para financiar el déficit comercial y sostener la actividad. Sin embargo, un aumento de tasas de interés generaría una reversión de estos flujos capital y comerciales generando una situación de vulnerabilidad que afectaría el crecimiento en la región.
La tasa de interés de los bonos del tesoro que fija FED es el precio de financiamiento que paga el gobierno de los EEUU por financiarse vendiéndole bonos a ese Banco Central. En términos generales, una política monetaria de tasa de interés baja lo que hace es abaratar el financiamiento del sector público y privado, incentivando el consumo y la inversión, haciendo crecer la actividad económica. Como demuestra el gráfico a continuación, desde la crisis de las “Punto Com” hasta la actualidad la FED tuvo una política de tasas bajas. Principalmente, tras el estallido de la burbuja de las “sub-prime” en 2007 la reserva federal estadounidense disminuyó las tasas de referencia para incentivar la actividad económica en el medio de la crisis más grande que se tenga memoria. Sin embargo, esto no impidió que desde el III-Trim de 2007 hasta el II-Trim de 2009 la economía norteamericana entrase en recesión. Superado este periodo, comenzó a especularse sobre un cambio de estrategia de retiro de los incentivos, cosa que todavía no sucedió.
Mientras tanto, durante la mayor parte de esta década en América Latina se experimentó una situación excepcional. Las bajas tasas de interés facilitaron el financiamiento del déficit de balance comercial y los niveles de actividad económica para la mayoría de los países. A su vez, la financiación a tasas cada vez menores permitió la disminución del endeudamiento y la acumulación de reservas, producto del flujos de capital que ingresaba a la región en búsqueda de rendimientos mayores, junto con los flujos comerciales resultado de los altos precios de las materias prima.
Según datos de la CEPAL el endeudamiento externo en términos del PBI para toda América Latina se redujo del 35,9% en 2001 a 19,2% en 2012. Sin embargo, esta situación contrasta con los resultados de las cuentas externas para algunos países, según datos del mismo organismo para el año 2012, el déficit comercial alcanza el 7,4% del PBI para Uruguay, el 3,4% para Chile y el 3,7% en Brasil y 3,3% en Colombia. Como el resultado del balance de pagos es positivo, estos resultados implican que el déficit del comercio exterior está siendo financiado con el ingreso de fondos de la cuenta capital.
Sin embargo, un aumento de tasas de interés por parte de la reserva federal de Estados Unidos generaría un reversión de los flujos de capital de corto plazo hacia las economías centrales (por el mayor rendimiento y el menor riesgo) y un encarecimiento del financiamiento de los déficit comerciales. A su vez, la historia no termina allí ya que el canal comercial mediante una disminución de los precios de las materias primas también se verían afectado. Como demuestran Bastourre, Carrera e Iberlucea en la Nota Técnica nro. 57 del BCRA titulada ” Dos síntomas y una causa: Flujos de capitales, precios de los commodities y determinantes globales ”, en el caso de las economías emergentes los flujos de capital no son independientes de los flujos comerciales ya que un solo factor explica más del 80% de la variabilidad total de los spreads de riesgo soberano y el precio de los commodities.

Opinión completa: Riesgos para América Latina.

En la Revista Debate: La cuestión fiscal, en debate.

Por Ernesto Mattos.

La cuestión fiscal en Argentina es de suma importancia y debate. Algunos sectores políticos y económicos que, bajo la excusa del “excesivo déficit fiscal”, intentan implementar sus famosas propuestas, recuerdan al déficit cero de Domingo Cavallo. Por otro lado, también existe la problemática de la dependencia de las provincias con el gobierno nacional en materia de coparticipación y otras transferencias. Situación que generalmente es solucionada como toma y emisión de deuda, o acudiendo a organismos internacionales. O bien se podría modificar o actualizar la estructura provincial impositiva para una mayor recaudación de las arcas provinciales.
Los números de la economía argentina muestran un cierre de 2013 con una recaudación acumulada de $ 858.832 millones, lo que significó un incremento en comparación con 2012 de un 26,3%. Este número fue superior al Presupuesto para 2013, pero se ubica por debajo de la meta corregida de $ 874.501 millones para el Presupuesto 2014.
La situación de las provincias muestra interrogantes de cara a 2014. Uno tiene que ver con la posibilidad de introducir modificaciones en sus estructuras tributarias donde el principal impuesto es Ingresos Brutos, mientras que el Impuesto Inmobiliario Rural todavía sigue sin grandes modificaciones, principalmente en la zona de producción de comercio exterior. Se pone énfasis en el inmobiliario rural ya que es un impuesto que grava a los propietarios de la tierra. Además, existe el inmobiliario edificado y baldío que grava a otros sujetos, como puede ser personas que viven en casas o departamentos. Las desigualdades fiscales en las provincias acentúan la dependencia con el gobierno nacional. Esta dependencia se evidencia en las transferencias automáticas, que son la distribución provincial de las transferencias por coparticipación. Durante el año 2013, por coparticipación federal las provincias recibieron un total de $ 215.867 millones; si comparamos con el año 2012, obtenemos un incremento del 30%. Si sumamos los ingresos del Fondo Federal Solidario -o fondo sojero- y los comparamos con los de 2012, nos arroja un incremento del 30%. El Fondo Federal Solidario cerró el año con un total de $ 9.644 millones, un 32% más que el año 2012. Este fondo sojero proviene de los derechos de exportación, de ahí la importancia de la liquidación de divisas, que está gravada por los derechos de exportación. Si cae la liquidación de divisas, caen los derechos de exportación y por ende el fondo sojero (implementado desde abril de 2009) e indirectamente hay menor inversión pública en los municipios y provincias (reparación y mantenimiento de calzada, hospitales, escuelas, etcétera). Si bien la coparticipación muestra signos positivos, es necesario complementar la obra pública provincial y municipal, y ese es el rol que cumple el fondo sojero. Lo que permite dejar grados de libertad en las provincias y municipios para poder hacer frente a las cuestiones diarias de obra pública. A su vez, permite evitar que las provincias incrementen sus deudas externas e internas.

Mito económico (Página/12-Cash): Peronismo y Conservadores.

La creación del Conicet.
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

El rol del peronismo en la creación del Estado moderno suele ser reducido por la historia liberal a la esfera de los derechos sociales. Su papel en el área económica fue analizado en forma estrecha, como una continuidad de la industrialización de la Década Infame, con ciertas menciones al proteccionismo comercial y las estatizaciones de empresas de servicios públicos. Hacen un detallado estudio respecto de supuestos sobreprecios o ineficiencias en tal o cual caso, ocultando el abordaje del papel jugado en el replanteo de la estructura económica y social de aquellos años.
La creación del Consejo Nacional de Estadística y Censos, primer antecedente del Indec, que realizó el cuarto censo nacional tras 30 sin estadísticas en materia poblacional y abordó, por primera vez en la historia nacional, la elaboración de estadísticas periódicas en materia de producción y empleo, es por lo general desconocida. Tampoco han sido estudiadas en profundidad la elaboración y realización, por primera y única vez en la historia, de un plan económico quinquenal. O la innovadora regulación del sistema financiero que ponía bajo el control del Banco Central la creación del crédito, sin alterar el régimen de propiedad de la banca, ni requerir de costosas expropiaciones. El enfoque económico-legal sobre el rol social del capital o la propiedad estatal de los recursos naturales de la Constitución de 1949 son pocas veces mencionados aun por aquellos que reivindican el nuevo constitucionalismo social emergente en varios países de la región.
Otras cuestiones vinculadas con el desarrollo científico-tecnológico, como la creación de las escuelas técnicas, la gratuidad de la enseñanza universitaria (hasta entonces sólo accesible para una minoría) o la creación de la Comisión Nacional de la Energía Atómica, han sido olvidadas, cuando no tergiversadas, como en el caso del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que habiendo sido fundado durante el primer gobierno de Juan Perón, fue rebautizado por la dictadura militar que lo derrocó. Una situación similar a la de este último organismo ha sucedido con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que según la propia página web de su organismo habría sido fundado el 5 de febrero de 1958, por un decreto-ley de la dictadura de Aramburu, poniendo a su frente a Bernardo Houssay (que accedió al cargo gracias a una pareja combinación de prestigio profesional y rabioso antiperonismo).
En realidad, el instituto encargado de “promover, coordinar y orientar las investigaciones en el campo de las ciencias puras y de las aplicadas” (decreto-ley 1291/58) ya existía desde que el 7 de mayo de 1951 se creara el Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas (Conityc), que había congregado científicos de la talla de José Balseiro o Enrique Gaviola.

Portal de Noticias Política Argentina: Etapa de sintonía fina y distribución del ingreso.

Por Ernesto Mattos.

Como había anunciado en su momento gobierno la etapa de sintonía fina continua su marcha. Como lo explicara el economista Nicolás Zeolla del CESO, existieron tres etapas para el tratamiento de los subsidios:
-2003 a 2006, donde se congelaron tarifas y se implementaron subsidios horizontales al consumo -más consumo, más subsidio percibo- para sostener los niveles de demanda, expandir el mercado interno y salir rápidamente de la crisis de 2001.
-La segunda etapa es la de 2007, cuando se intentó realizar una revisión del esquema anterior pero no se pudo por la crisis internacional y el alza en el precio del petróleo, se avanzo con políticas de concientización de la demanda (PUREE).
-Desde 2008 hasta la actualidad, la política de subsidios intentó avanzar sobre la equidad distributiva, se aumentaron tarifas a los grandes consumidores residenciales y comerciales e industriales.
La primera etapa estuvo signada por las negociaciones ante el FMI y su pedido de aumento de tarifas. La segunda etapa coincidió con el accionar de los grupos industriales concentrados, y vinculados a la salida de capitales, que junto a la alianza agrario-financiera y de la construcción presionaron para desestabilizar, principalmente durante el año 2013, tras el recrudecimiento de la administración de la divisa en noviembre de 2011. El año 2012 hubo una desaceleración económica que cerro con un crecimiento económico de 1,9%.
En sí las industrias mantienen el subsidio, los comercios verán incrementado su factura hasta $6 por día, aunque ellas mismas atenten contra su propia demandan, porque está en juego otra cosa. Las industrias concentradas durante esta década tuvieron una forma de acumulación de capital vinculado a la compra de dólares. Prefieren tener activos –en el exterior- en dólares que reinvertirlos en el proceso productivo.
Las obras entre 2003 y 2014 fueron por casi $92.500 M de los cuales el 78% las realizo el Estado Nacional, aunque la inversión privada no acompaño este proceso, no estuvo a la altura de las circunstancias; proceso que a partir de 2008 se acelero ante la crisis financiera en un contexto de recesión internacional, al igual que crecía la idea de sectores económicos que apostaban a un crisis socio-económica para recuperar los dólares que habían fugado al exterior. Por ello el Estado Nacional a través de fuertes inversiones en infraestructura, obra pública y transferencias sociales comenzó a mostrar los primeros déficits fiscales como % del PBI: -0,6% (2009); 0,2% (2010); -1,6% (2011); -2,4% (2012); y -2,2% (2013).

En Tiempo Argentino: El contexto cambió y hay que adaptar las políticas.

Por Nicólas Zeolla.

Ayer por la tarde, el gobierno nacional decidió modificar el esquema tarifario mediante una penalización a aquellos usuarios que no logren disminuir el consumo de los servicios públicos de gas y agua.
La modificación tarifaria se hará en tres etapas (abril, junio y agosto, los meses más fríos y de mayor consumo de gas) y se espera liberar entre $ 5000 y $ 10 mil millones que serán destinados a otras partidas. El primer dato que se desprende del anuncio es que la modificación deja fuera las tarifas de energía eléctrica. Según datos del Presupuesto nacional para 2013, sólo CAMESA (mayorista sistema eléctrico) y ENARSA (importación de combustibles) recibieron el 48,5% del total de los subsidios. En este sentido, el reordenamiento presupuestario de la medida sólo afecta al 8% del total desembolsado por ese concepto. En términos históricos, esta medida forma parte de la nueva etapa de la política de subsidios que está encarando el gobierno nacional. La política de subsidios podría dividirse en tres etapas. La primera etapa abarca de 2003 a 2006, donde se congelaron tarifas y se implementaron subsidios horizontales al consumo (más consumo, más subsidio percibo) para sostener los niveles de demanda, expandir el mercado interno y salir rápidamente de la crisis de 2001. La segunda etapa es la de 2007, cuando se intentó realizar una revisión del esquema anterior pero no se pudo por la crisis internacional y el alza en el precio del petróleo, se avanzo con políticas de concientización de la demanda (PUREE). Desde 2008 hasta la actualidad, la política de subsidios intentó avanzar sobre la equidad distributiva, se aumentaron tarifas a los grandes consumidores residenciales y comerciales e industriales, se quitaron subsidios a sectores privilegiados (bancos, mineras, etc.) y se implementó la renuncia voluntaria, dando señales de la intención de pasar de esquema de subsidios horizontales a subsidios focalizados.
  1. Nota completa: El contexto cambió y hay que adaptar las políticas.

En Tiempo Argentino: Pedirle a la población que evite el derroche.

Por Rodrigo López.

Los anuncios relámpago sobre la próxima operación en "la víscera más sensible" no les sienta bien a los ministros. La reducción parcial de los subsidios a los servicios de agua y gas se inscribe en la nueva etapa de la política económica.
La oposición venía machacando con la idea de que los subsidios a los servicios públicos eran una aberración, ignorando su eficacia para distribuir el ingreso y apuntalar la competitividad. Desde finales de 2011 estos profetas del odio tenían en sus manos la posibilidad de renunciar a los subsidios y no lo hicieron. 
Hoy el gobierno toma la iniciativa, no sin dar otra oportunidad al consumidor para que vuelva a quedar en sus manos la decisión: si ajusta su consumo hasta un 20% zafa de la quita, si lo hace entre el 5% y el 20% sólo le quitan el 50 por ciento. No hace falta pedirle sacrificio a la población, sino simplemente evitar el derroche. El tema es que la lógica de premios y castigos se ha mostrado poco eficaz en programas anteriores. La elasticidad precio de la demanda de los servicios públicos es baja (menor a la unidad), es decir, la reacción del consumo ante variaciones en las tarifas suele ser desdeñable. Pero en cambio, hay mucho para hacer si se trabaja en la concientización. Los apagones de diciembre mandaron a la sombra la quita en el sector eléctrico, que acapara el grueso de los subsidios. Si ahora los consumidores remplazan el gas con la electricidad el susto será grande.

En Infobae Opinión: Sin libertad económica no hay libertad política (1976).

Por Ernesto Mattos.

…En virtud de ello el programa anunciado el 2 de abril de 1976 establecía como primer objetivo básico el “bienestar humano” engarzado en el contexto general del Bien Común. El concepto de bienestar tiene una faz espiritual y faz material. La primera se vincula con tres principios que hacen el fundamento de la concepción de los valores humanos: libertad, justicia y solidaridad.
La libertad como principio rector no puede ser concebida en compartimientos estancos, sino que debe presidir todas las actividades del hombre en una sociedad organizada. Es decir, no puede haber libertad para la actividad económica si ella no se desenvuelve en el marco de la libertad política, siendo la recíproca igualmente cierta.
El ejercicio de la misma permite que el hombre desarrolle uno de sus más preciados dones: la iniciativa individual y la creativa. Para que ellos sea posible de existir también la igualdad de oportunidades que vincula el concepto de liberta con el de justicia.
De esta manera el progreso económico, tanto en el orden individual como en el nacional, dependerá del esfuerzo propio de cada uno, organizado en el contexto de reglas generales y objetivas que eliminen la distribución discrecional y arbitraria del favor oficial por un Estado paternalista como llave de la posibilidad del progreso individual.
Este concepto básico podrá ser alterado solamente cuando en función del tercer principio fundamental antes mencionado, el de la solidaridad, la comunidad toda asuma el costo de la protección individual o sectorial que sea requerida con sujeción al Bien Común…
…Sólo la necesidad de competir exitosamente es lo que impulsa a la modernización en un sistema político de libertad. La alternativa es la compulsión o el monopolio estatal propio del colectivismo…

Estas fueron las palabras escritas por el ex ministro de economía José A. Martínez de Hoz, o Joe, como le decían sus cercanos, en su libro “Bases para una Argentina moderna 1976-80”, donde plasmó las bases para la reconstrucción de un sentido común que se enraizó, a base de desapariciones y torturas, en la sociedad civil durante el golpe cívico-militar del 24 de marzo, hace unos 38 años. La necesidad de reconstruir un nuevo “sentido común” fue para dar un corte a todo lo anterior a 1976.
Por eso se precisó enfatizar el “bienestar común” como algo estrechamente vinculado y asociado al individualismo. Apelando a la iniciativa individual y creativa que son “dones” preciados de estas personas o empresas, que sin el apoyo del Estado, pueden ser los pilares de esta sociedad civil anhelada por “Joe” y la dictadura cívico-militar. Por eso el progreso económico nacional dependerá del esfuerzo “propio”, del individuo y no de lo colectivo. El Estado para los términos de “Joe” es paternalista que realiza distribuciones discrecionales y arbitrarias por eso la necesidad de cambiar las funciones del Estado.

Opinión completa: Sin libertad económica no hay libertad política.

Mito económico (Página/12-Cash): El Peronismo y el Desarrollo Agropecuario.

El origen del INTA.
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es un organismo público que funciona bajo la órbita del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Dedicado a “la investigación e innovación tecnológica en las cadenas de valor, regiones y territorios para mejorar la competitividad y el desarrollo rural sustentable del país”, según se presenta, constituye una de las instituciones públicas de mayor prestigio, que desmiente el mito liberal de la ineficiencia estatal.
En la web del INTA se indica que fue creado por el decreto-ley 21.680, el 4 de diciembre de 1956, firmado por el dictador Aramburu. En esa norma se afirmaba que la producción agropecuaria era “la mayor fuente de recursos para la economía del país”, indicando que el “ritmo de progreso de la tecnología agropecuaria que adopta un país condiciona la vitalidad de su esfuerzo económico en el orden interno y en el sistema competitivo internacional”. De esa manera, el origen del organismo se inscribe en el intento de aquel gobierno militar de mostrar su objetivo de modernización del sector agropecuario, que había sido dejado de lado por la política industrialista del peronismo.
El mito de la creación del INTA esconde el principal antecedente de un instituto de investigaciones agropecuarias en nuestro país. Se trata de la Comisión Nacional de Investigaciones Agropecuarias que funcionaba bajo la órbita del Ministerio de Agricultura desde su creación en 1946, en el marco del primer Plan Quinquenal del peronismo. Ese instituto ubicado en Buenos Aires, pero que coordinaba los centros de investigación y estaciones experimentales del ministerio en los distintos puntos del país, tenía a cargo el “estudio de problemas técnicos y prácticos de la agricultura y la ganadería”, abarcando desde el “mejoramiento de las plantas y de los animales, y los recursos naturales relacionados con esta producción (suelo, flora y fauna), la sanidad vegetal y animal, y su defensa; la ingeniería rural; el aprovechamiento de los productos y subproductos agropecuarios”, hasta investigaciones sobre “microbiología y parasitología, entomología, genética animal y vegetal”, entre otras (Congreso, Cámara de Senadores. Argentina –1946–. Plan del Poder Ejecutivo: sobre realizaciones e inversiones para el quinquenio 1947-1951).

En Canal 26: Plan M.

El economista Andrés Asiain y Orlando Ferreres en el programa Plan M que conduce Maximiliano Montenegro en canal 26 de 21 a 22 hs.

En Infobae Opinión: Cuidar el mercado inmobiliario.

Por Lorena Putero.

El mercado inmobiliario se plantea como un negocio privado dedicado a la venta y alquiler de propiedades. Visto así parece alejado de la vida cotidiana de cualquier trabajador, sin embargo es uno más de los precios a revisar en tiempo de precios cuidados. Es un gasto central en el listado de cualquier hogar, pero también tiene una influencia indirecta a través de otros bienes a través del costo del alquiler de donde se producen o comercializan. Si comenzamos por la influencia directa, el alquiler de la vivienda, hoy un trabajador que gana un sueldo promedio de 8420 (según datos de setiembre de 2013 del Ministerio de Trabajo de la Nación) debe destinar alrededor de un 27% al pago mensual de un alquiler más los gastos de ingreso que multiplican por tres (como mínimo) el precio de dicho alquiler. En nuestro país casi 2 millones de hogares, según el censo 2010, se encuentran alquilando la propiedad en que viven.
Por otro lado, este mismo trabajador se verá perjudicado a través de una influencia indirecta en sus costos por los aumentos en los alquileres comerciales ya que estos se trasladarán a los bienes que consume. Actualmente las consultoras inmobiliarias empiezan a vaticinar aumentos de alrededor del 20% para este tipo de inmuebles, aumentos que se traducirán en aumentos de los productos y/o cierre de pequeños comercios. Es decir, el precio del alquiler influencia sobre los costos de todos nuestros consumos por lo tanto dejar a merced del mercado la fijación de la oferta por precio y con el único objetivo de la ganancia máxima es desconocer el rol del Estado en la búsqueda del bien común.

Nota de opinión completa: Cuidar el mercado inmobiliario.

Mito económico (Página/12-Cash): The Economist y The New York Times.

Cien años de declinación.
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

En un artículo publicado hace unas semanas en la revista inglesa The Economist se afirma que la Argentina lleva 100 años de declive económico. Similar planteo puede leerse en una reciente editorial del The New York Times, donde a un periodista de ese medio le alcanzó una breve parada de crucero en Ushuaia para dar lecciones de historia económica argentina. Tanto el refinado análisis del británico como la vulgar columna del norteamericano comparten la idea de que la Argentina viene en declinación desde los tiempos del “granero del mundo”, cuando teníamos un Producto por habitante superior al de muchas economías hoy consideradas más prósperas.
El análisis parte de reducir la prosperidad o decadencia económica al Producto por habitante. Vale señalar que Argentina no contó con estimaciones precisas y continuas de su producción y sus habitantes hasta la creación del Consejo Coordinador de Investigaciones, Estadísticas y Censos, en julio de 1946. Una estimación posterior hecha por la Cepal reconstruyó las estadísticas de producción desde el año 1900. El fallecido economista británico Angus Maddison, de quien se suele tomar los datos, indicó que utilizó una versión no publicada de ese trabajo de la Cepal y luego “asumió que el crecimiento anual del Producto por habitante entre 1870 y 1900 fue el mismo que entre 1900 y 1913” (Maddison, Monitoreando la economía mundial, 1995). Un heroico supuesto que pasó por alto acontecimientos como la crisis de 1890.
Más allá de lo endeble de la información utilizada para medir el Producto por habitante, éste no es indicador de desarrollo económico. La elevada renta por habitante de los tiempos del granero del mundo era similar a la que muestran hoy algunos emiratos petroleros, como resultado de la explotación de una gran riqueza natural en un país de escasos habitantes. Así como Qatar, pese a tener el mayor Producto por habitante del mundo, no es considerado en la actualidad una potencia económica superior a Estados Unidos, Alemania o Japón; de la misma forma, la Argentina del granero del mundo, pese a tener una renta por habitante similar a la de algunas naciones industriales de esos tiempos, no era una potencia.

En Tiempo Argentino: Elogio de las monedas.

Por Rodrigo López.

Usos y costumbres del metal acuñado, que suena antiguo pero aún permite –la tarjeta de débito, no– pedir deseos en las fuentes.

Por favor, inserte una moneda para seguir leyendo esta nota. Apóyela aquí ( ). Esta molestia de tener que contar con una moneda se viene repitiendo desde el siglo VII antes de Judas. Como tantos artefactos culturales, siguió el derrotero de las civilizaciones de la antigüedad. Los metales preciosos se terminaron imponiendo por su resistencia al deterioro y su ductilidad para la división. Para evitar tener que comprobar todo el tiempo la autenticidad del metal, los monarcas pusieron su sello, y nació la acuñación, tarea para los orfebres. La forma redonda evita aristas, que irremediablemente se desgastarían, y hacen a las monedas más cómodas para llevar encima. 
Los monarcas fueron independizando el valor acuñado del valor real del metal, pues lo que importaba era que la moneda fuera aceptada: el soberano obligaba a pagar impuestos con ella. Y desde el momento en que el soporte físico no es importante, ¿por qué no hacerlo más barato, por ejemplo, de papel? Recién con la invención del papel moneda, la moneda quedará limitada al cambio chico, pasa a ser el átomo dinerario. 
El dinero electrónico es aún más barato que el papel. ¿El uso generalizado de tarjetas de crédito y débito extinguirán esa "reliquia bárbara" (como la llamaba Keynes)? Ya suena antiguo: "En mi época, subías al colectivo y tenías que poner unas monedas en una caja reforzada: clan clan, se escuchaba el choque de metales en un laberinto interno." 
El éxito de la SUBE está –aparte de orientar el subsidio– en habernos librado de tener que conseguir monedas para viajar todos los días, ida y vuelta. Basta ver a los que se olvidan la SUBE, las peripecias que tienen que hacer, sobre todo con los aumentos en el precio del boleto. De todos modos, la Argentina cuenta con una cantidad nada despreciable de monedas. Tomando datos del BCRA, diremos que hay en circulación cerca de 192 monedas por habitante. Teniendo en cuenta su espesor según cada denominación, si hiciéramos una pila con estas moneditas alcanzaría la distancia que hay de Buenos Aires a Berlín. Entonces, ¿por qué no hay monedas?
Paradójicamente, la SUBE solucionó el problema de las monedas para viajar, pero por ese mismo motivo, nadie tiene un incentivo para salir con monedas, y así, 30.208 toneladas de metal acuñado duermen la mona en los hogares argentinos como un zahir borgeano.

Nota completa: Elogio de las monedas.