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sábado, 5 de abril de 2014

En Infobae Opinión: Sin libertad económica no hay libertad política (1976).

Por Ernesto Mattos.

…En virtud de ello el programa anunciado el 2 de abril de 1976 establecía como primer objetivo básico el “bienestar humano” engarzado en el contexto general del Bien Común. El concepto de bienestar tiene una faz espiritual y faz material. La primera se vincula con tres principios que hacen el fundamento de la concepción de los valores humanos: libertad, justicia y solidaridad.
La libertad como principio rector no puede ser concebida en compartimientos estancos, sino que debe presidir todas las actividades del hombre en una sociedad organizada. Es decir, no puede haber libertad para la actividad económica si ella no se desenvuelve en el marco de la libertad política, siendo la recíproca igualmente cierta.
El ejercicio de la misma permite que el hombre desarrolle uno de sus más preciados dones: la iniciativa individual y la creativa. Para que ellos sea posible de existir también la igualdad de oportunidades que vincula el concepto de liberta con el de justicia.
De esta manera el progreso económico, tanto en el orden individual como en el nacional, dependerá del esfuerzo propio de cada uno, organizado en el contexto de reglas generales y objetivas que eliminen la distribución discrecional y arbitraria del favor oficial por un Estado paternalista como llave de la posibilidad del progreso individual.
Este concepto básico podrá ser alterado solamente cuando en función del tercer principio fundamental antes mencionado, el de la solidaridad, la comunidad toda asuma el costo de la protección individual o sectorial que sea requerida con sujeción al Bien Común…
…Sólo la necesidad de competir exitosamente es lo que impulsa a la modernización en un sistema político de libertad. La alternativa es la compulsión o el monopolio estatal propio del colectivismo…

Estas fueron las palabras escritas por el ex ministro de economía José A. Martínez de Hoz, o Joe, como le decían sus cercanos, en su libro “Bases para una Argentina moderna 1976-80”, donde plasmó las bases para la reconstrucción de un sentido común que se enraizó, a base de desapariciones y torturas, en la sociedad civil durante el golpe cívico-militar del 24 de marzo, hace unos 38 años. La necesidad de reconstruir un nuevo “sentido común” fue para dar un corte a todo lo anterior a 1976.
Por eso se precisó enfatizar el “bienestar común” como algo estrechamente vinculado y asociado al individualismo. Apelando a la iniciativa individual y creativa que son “dones” preciados de estas personas o empresas, que sin el apoyo del Estado, pueden ser los pilares de esta sociedad civil anhelada por “Joe” y la dictadura cívico-militar. Por eso el progreso económico nacional dependerá del esfuerzo “propio”, del individuo y no de lo colectivo. El Estado para los términos de “Joe” es paternalista que realiza distribuciones discrecionales y arbitrarias por eso la necesidad de cambiar las funciones del Estado.

Opinión completa: Sin libertad económica no hay libertad política.

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