Por Ernesto Mattos
Durante el periodo de la revolución industrial europea (Siglos XVII, XVIII y XIX) hubo distintos ejemplos, uno fue el camino belga el otro el francés y el estudiado por excelencia, el británico, en la otra punta de países que realizaron distintas revoluciones industriales está la teutona. Alemania tuvo los recursos minerales y otros necesarios para acelerar su industrialización en base a la maquina a vapor, el ferrorcarril, telar, sustitución de importaciones, y el Estado. En el caso alemán existió un autor como Federico List, que planteo algo muy simple, “una nación puramente agrícola no desarrollará a un alto grado su comercio interior y exterior, sus vías de comunicación y navegación mercante: no aumentará su población al mismo tiempo que su prosperidad; no realizará progresos sensibles en su cultura moral, intelectual, social y política; no lograra una gran potencia política; no será capaz de influir en la civilización y el progreso de los pueblos menos adelantados, ni fundara colonias (Sistema Nacional de economía política).”
En los distintos países de Europa (Gran Bretaña, Alemania, Bélgica y Francia) prima la expansión del capitalismo basado en la extracción y explotación de sus anexamientos territoriales: colonias. Un proceso necesario fue que los intereses privados se tuvieron que subordinar a los intereses públicos y ellos al interés de la Nación, generación por generación, construyendo una Nación. [...]
Durante el periodo de la revolución industrial europea (Siglos XVII, XVIII y XIX) hubo distintos ejemplos, uno fue el camino belga el otro el francés y el estudiado por excelencia, el británico, en la otra punta de países que realizaron distintas revoluciones industriales está la teutona. Alemania tuvo los recursos minerales y otros necesarios para acelerar su industrialización en base a la maquina a vapor, el ferrorcarril, telar, sustitución de importaciones, y el Estado. En el caso alemán existió un autor como Federico List, que planteo algo muy simple, “una nación puramente agrícola no desarrollará a un alto grado su comercio interior y exterior, sus vías de comunicación y navegación mercante: no aumentará su población al mismo tiempo que su prosperidad; no realizará progresos sensibles en su cultura moral, intelectual, social y política; no lograra una gran potencia política; no será capaz de influir en la civilización y el progreso de los pueblos menos adelantados, ni fundara colonias (Sistema Nacional de economía política).”
En los distintos países de Europa (Gran Bretaña, Alemania, Bélgica y Francia) prima la expansión del capitalismo basado en la extracción y explotación de sus anexamientos territoriales: colonias. Un proceso necesario fue que los intereses privados se tuvieron que subordinar a los intereses públicos y ellos al interés de la Nación, generación por generación, construyendo una Nación. [...]
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