En economía política existen tres factores: tierra, trabajo y capital. Cada una tiene sus respectivas retribuciones: renta, salario e interés, respectivamente. En el caso de las relaciones económicas planteadas como están hoy: un mundo altamente tecnificado en los sistemas financieros y una globalización con mayor liberalización de las economías, un factor de relevancia es la tasa de interés. Entre las principales tasas de interés como la Libor (Británica) esta la tasa de la FED (Estados Unidos). Como dijimos antes la retribución al capital es la tasa de interés, en forma sencilla podríamos decir que esta retribución al capital cuanto mayor, mejor. Por esa razón, no todas las tasas que aseguran una tasas muy alta escapan al riesgo; a su vez no sólo es la tasa, que se fije, sino también la economía que la ofrezca, no es lo mismo una economía periférica que otra central. No es lo mismo la tasa de la FED que la tasa de interés de Argentina. Ante un aumento de ambas, la seguridad es que los capitales se volcaran a la primera. Esta preferencia de la tasa de la FED es la que la hace, entre las principales tasas del mundo, por ella muchas economías posan sus miradas en su movimiento ascendente o descendente. Pero como es el juego de expectativas es una parte importante en este esquema, los flujos de capital van de economías en economías con menores o mayores restricciones pero siempre atentas al movimiento de la FED y los países periféricos la observan porque depende de ello el financiamiento externo. Pero es importante ver algunas variables que experimentaron diversas variaciones desde la asunción de Trump el 20 de enero de 2017. [...]
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