Los especialistas coinciden en destacar como un punto clave el haber acordado el pago de la deuda sin la intervención del FMI. Sostienen que eso permitirá resguardar el mercado interno e insertar las inversiones que puedan llegar en línea con el desarrollo nacional.
Producción: Javier Lewkowicz.
Producción: Javier Lewkowicz.
Destrabará inversiones
Por Ernesto Mattos.
Por Ernesto Mattos.
El acuerdo establecido por el Estado argentino con los miembros del Club de París va a permitir destrabar algunas inversiones necesarias para sectores económicos específicos en los cuales la economía nacional tiene persistencia de cierta dependencia tecnológica; un ejemplo es la inversión que podrían llevar adelante Siemens (electricidad) u otras firmas de origen francés o japonés.
Con este acuerdo se reconoce una deuda de 9700 millones que se pagará en cinco años. El primer desembolso será en concepto de capital por 650 millones (jul. 14) y el segundo será por 500 millones, con una tasa de interés al 3 por ciento sujeto a las inversiones que ingresen. A mayor ingreso de inversiones se ampliaría el margen de pago cada año, y eso dentro de los 5 años. En caso de que las inversiones brillaran por su ausencia, pasados los 5 años existe la posibilidad de un plazo de 2 años más para cancelar pero a una tasa del 3,8 por ciento. Según el Club de París, este pasivo se cancelará “a través de una estructura flexible”.
Lo simbólico del acuerdo está en la no supervisión del FMI y en la idea, que se había construido internamente, de que el país era inseguro jurídicamente y que estamos desconectados del mundo. Está claro que este gobierno no se endeudó para fugar capitales (1976-2001), ni realizar acuerdos al estilo Megacanje, donde intervinieron David Mulford (ex secretario del Tesoro), Domingo Cavallo y los bancos Francés, Santander Central Hispano, Galicia, Citigroup, HSBC, JP Morgan y el Credit Suisse First Boston por 27.700 millones de dólares.
Por lo tanto, el acuerdo va a destrabar la tensiones de financiamiento; el lado B de la cuestión es que permite cubrir una necesidad de los países centrales y la de sus empresas trasnacionales; países centrales que están sumergidos en bajos niveles de crecimiento, pero si bien las empresas trasnacionales van a poder invertir en Argentina, no quiere decir que esto implique una mayor reducción en el desempleo en sus países de origen. Por ello surge un punto a repensar en el rol de las inversiones extranjeras o IED en torno del tema de giros de utilidades y dividendos y su impacto en los niveles de empleo. Hay que ser cuidadosos en creer que el desarrollo argentino depende exclusivamente de la IED.
Debate completo: Como hacer para aprovechar el acuerdo.
Fuente: http://musgrave-finanzaspublicas.blogspot.com.ar/
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