Por Ernesto Mattos (Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche).
La economía argentina tiene una característica como nación periférica, y es que tiene una estructura productiva desequilibrada, en forma sencilla, esto quiere decir que cuando entra en un proceso de industrialización o reindustrialización precisa de la variable divisa para importar determinadas mercancías que todavía no se producen en el país
En este contexto la variable divisa es el dólar, la moneda hegemónica de intercambio. Como sabemos, la economía argentina obtiene esta divisa para poder importar, remitir utilidades y dividendos de los grupos económicos que operan en el país o pagar intereses de la deuda externa, por dos vías: superávit por balanza comercial o endeudamiento. La primera ha sido la vía para acumular el recurso dólar en el Banco Central.
Si tomamos la definición de manuales de Economía, nos dice que "la economía es la administración de los recursos escasos", con ejemplos como el oro o el petróleo. Entonces, nos preguntamos, ¿el dólar es un recurso escaso? Sí, no lo fabricamos y por ello tenemos que administrarlo a través de distintas regulaciones que eviten su fuga desmedida al exterior.
Las medidas iniciadas en junio de 2010 trataron de ir en esa dirección: regular la compraventa de dólares para atesoramiento, ya que los números arrojaron la siguiente situación: entre 2003-2012 se fugaron capitales (Formación de Activos Externos del Sector Privado No Financiero) por U$S 90.950. El 80% de ese monto se fugó durante 2007-2012. En noviembre de 2011 se aplican regulaciones complementarias ante la situación.
La economía argentina tiene una característica como nación periférica, y es que tiene una estructura productiva desequilibrada, en forma sencilla, esto quiere decir que cuando entra en un proceso de industrialización o reindustrialización precisa de la variable divisa para importar determinadas mercancías que todavía no se producen en el país
En este contexto la variable divisa es el dólar, la moneda hegemónica de intercambio. Como sabemos, la economía argentina obtiene esta divisa para poder importar, remitir utilidades y dividendos de los grupos económicos que operan en el país o pagar intereses de la deuda externa, por dos vías: superávit por balanza comercial o endeudamiento. La primera ha sido la vía para acumular el recurso dólar en el Banco Central.
Si tomamos la definición de manuales de Economía, nos dice que "la economía es la administración de los recursos escasos", con ejemplos como el oro o el petróleo. Entonces, nos preguntamos, ¿el dólar es un recurso escaso? Sí, no lo fabricamos y por ello tenemos que administrarlo a través de distintas regulaciones que eviten su fuga desmedida al exterior.
Las medidas iniciadas en junio de 2010 trataron de ir en esa dirección: regular la compraventa de dólares para atesoramiento, ya que los números arrojaron la siguiente situación: entre 2003-2012 se fugaron capitales (Formación de Activos Externos del Sector Privado No Financiero) por U$S 90.950. El 80% de ese monto se fugó durante 2007-2012. En noviembre de 2011 se aplican regulaciones complementarias ante la situación.
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