Nuestro objetivo:

La cátedra nacional de economía política Arturo Jauretche busca recuperar la experiencia de las Cátedras Nacionales de los años setenta para pensar en clave nacional los grandes problemas económicos del país.

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martes, 31 de diciembre de 2013

En HispanTv: Goldman Sachs, principal responsable de pobreza en Italia.

La pobreza en Italia alcanzó su mayor nivel en al menos 16 años. Según un reporte sobre cohesión social, el 30 % de la población corre el riesgo de vivir en la pobreza o la exclusión social.
A juicio del economista Ernesto Mattos, desde la capital argentina de Buenos Aires, las políticas de la entidad bancaria de Goldman Sachs llevaron a Italia, cuarta economía más grande de Europa, a semejante situación.


En Tiempo Argentino: Habrá una gran cosecha.

El escenario económico 2014 será similar al del año que está terminando.

Por Andrés Asiain.
 
Seguramente, la demanda interna se mantendrá gracias a incrementos de salarios, jubilaciones y asignaciones a un ritmo levemente superior a los precios, hecho que caracteriza la política de ingresos del oficialismo.
En materia agrícola, se espera una cosecha importante que permitirá relajar las restricciones a las importaciones a mediados de año (cuando ingresen los dólares de su liquidación).
De esa manera, la industria podrá expandirse en el segundo y tercer trimestre, aunque en el primero y el último las perspectivas son de estancamiento (por restricciones a las importaciones en el marco de la administración de la escasez de divisas). Por el lado de la construcción, de no mantenerse el ritmo de incremento de la obra pública, el reciente sorteo de 150 mil créditos para vivienda del plan Pro.Cre.Ar seguramente compensará al sector. Los servicios mantendrán su expansión a lo largo del año acompañando la demanda interna.
El principal obstáculo continuará siendo la escasez de dólares para sostener la demanda de importaciones que requiere la expansión de la actividad industrial.
Ya hay indicios que se intentará desacelerar la expansión del sector automotriz y de electrónica, sectores intensivos en importaciones.
También se buscará sostener la producción de hidrocarburos de YPF para evitar el incremento de las importaciones de combustibles para la generación de energía eléctrica, mientras maduran los proyectos de explotación de Vaca Muerta (que son de mediano plazo). 

Nota completa: Habrá una gran cosecha. 

lunes, 30 de diciembre de 2013

Mito económico (Página/12-Cash): Los precios y la ortodaxia.

Memoria inflacionaria.
Por Andres Asiain y Lorena Putero

Un comodín de los economistas ortodoxos para objetar las políticas heterodoxas es la “memoria inflacionaria”. El ingrato recuerdo de la elevada inflación que acompañó a la economía entre mediados de los setenta y principios de los noventa, habría generado una sensibilidad especial en materia de precios en la sociedad. Esa memoria provocaría que ante una mínima señal de incremento en el nivel general de precios se generen reacciones de compra masiva de dólares y fuertes remarcaciones precautorias que podrían terminar impulsando un autocumplido desborde inflacionario. La forma de evitarlo sería mediante la aplicación de políticas de austeridad más duras que en los países que no sufrieron traumas inflacionarios en su pasado. Son los economistas ortodoxos los que paradójicamente carecen de buena memoria. Por eso es importante recordar que la elevada inflación de las décadas pasadas, con sus picos hiperinflacionarios, no se debió a la falta de aplicación de políticas ortodoxas, sino más bien a lo contrario. El primer impulso a los precios lo dio Celestino Rodrigo, con un enorme incremento en el valor del dólar y las tarifas. Un plan ortodoxo con todos sus ingredientes de apelación a la competitividad, el déficit público y los precios de equilibrio, que multiplicó por cinco la tasa de inflación, construyendo un piso inercial de tres dígitos que duró 15 años.
Los episodios de hiperinflación fueron consecuencia de la política poco heterodoxa de Martínez de Hoz que, con la excusa de combatir la inflación, fomentó el endeudamiento externo y el ingreso de inversiones especulativas para financiar el atraso cambiario y la apertura. Cuando la Reserva Federal (banca central estadounidense) subió la tasa de interés y en el mundo dejaron de “sobrar dólares”, estalló a nivel regional la crisis de la deuda, dejando a nuestro país en una situación de insolvencia externa, corridas cambiarias y estallidos en el valor del dólar que terminaron en hiperinflación.
 

viernes, 27 de diciembre de 2013

En el Diario BAE: El rol de la industria y el agro en 2013.

Por Ernesto Mattos, Economista. 
Especial para BAE Negocios.

El 2013 se va cerrando como empezó, en torno del debate de la administración de precios. El año que finaliza nos deja algunos interrogantes: ¿cuál será el rol de la industria manufacturera tras la recuperación económica en el próximo año?, ¿las corporaciones de granos y los productores sojeros qué papel asumirán en 2014? Lo que sí sabemos es cómo actuaron este 2013. En los primeros seis meses del año la desaceleración de 2012 comenzó a sentirse en la actividad económica. Los principales sectores económicos (construcción, industria manufacturera, corporaciones de granos) empezaron a desinvertir o no liquidar dólares debido a la administración de la divisa que puso freno al drenaje que venía experimentando la economía nacional. Al no poder acceder a la divisa para atesoramiento decidieron apostar a provocar expectativas devaluatorias que posibilitarían un escenario de libre movilidad de capitales y endeudamiento externo bajo cualquier condición.
Tanto el sector de la construcción como la industria manufacturera (concentrada) junto con las comercializadoras de granos y algunas agroindustrias utilizaron diversos mecanismos para propiciar este escenario posdevaluación. A su vez, fueron acompañados por cierto arco político de oposición que llamó a la desfinanciación del Estado.
 

lunes, 23 de diciembre de 2013

Economía para Todos/as: La renta diferencial de la tierra, David Ricardo.

Por Estanislao Malic.
 
Video explicativo de la teoría de la renta diferencial de la tierra del economista clásico David Ricardo. Es meramente introductoria y busca facilitar el acceso al conocimiento de las teorías económicas por parte del público general.

Mito económico (Página/12-Cash): Bajar el gasto público y menos Estado.

La receta ortodoxa.

Por Andrés Asiain y Lorena Putero

Un amigo médico nos contó que cuando hacía guardias para una prepaga había un tal doctor Reyes que atendía los miércoles y a todo el mundo le recetaba un fármaco para los mocos llamado N-acetilcisteína, más conocido con un nombre de fantasía que comienza con A y termina con K. Nuestro amigo atendía los jueves y cuando entraba a una casa y veía en la mesa el frasquito preguntaba: “¿Llamó al médico ayer, vino el doctor Reyes?”, y no fallaba nunca. El remedio no hacía ni bien ni mal al paciente, pero a don Reyes le reportaba reintegros y alguna invitación a congresos y fiestas patrocinados por el laboratorio que lo comercializaba.
Algo similar sucede con los economistas ortodoxos, que ante los más variados problemas económicos siempre recetan lo mismo. Hay inflación, propondrán “reducir el gasto público para evitar la emisión inflacionaria, generando un clima de confianza que estimule la inversión privada”. Hay deflación, la solución será nuevamente “reducir el gasto público para brindar previsibilidad macro estimulando la inversión y el gasto privado”. La economía crece rápidamente, “hay que reducir el gasto público para evitar su sobrecalentamiento” y si crece poco “también hay reducir el gasto público para generar la confianza de los empresarios y los consumidores”. Faltan dólares, “hay que reducir el gasto público para que baje el riesgo país y vengan inversiones”, y cuando los verdes sobran se debe “bajar el gasto para compensar el impulso de demanda y liquidez proveniente del sector externo”. La baja del gasto público, junto a otras políticas orientadas a una menor intromisión del Estado en la economía, es vendida a la sociedad como un “tónico que cura todo” problema económico. A cambio, el economista ortodoxo recibe diversos beneficios que le dispensan las corporaciones económicas que dominan los mercados y no quieren un Estado que se entrometa en sus negocios. Podrá acceder a una elevada remuneración mediante contrataciones de asesorías y variados puestos en las mismas corporaciones o en instituciones públicas o privadas, nacionales e internacionales, penetradas por el lobby empresarial. 
 

lunes, 16 de diciembre de 2013

En el Suple ECO (Tiempo Argentino): Falta un sistema mundial de quiebras.

Por Estanislao Malic.

Un país que se endeuda en dólares firma un contrato con el diablo. A diferencia de los sistemas de crédito privados donde el deudor posee como refugio y protección una ley de quiebras, la deuda soberana carece actualmente de regulaciones que permitan un proceso de reestructuración poco traumático y válido a nivel internacional. Las cesaciones de pagos de deuda gubernamental no son de exclusividad argentina ni aparecieron repentinamente con la crisis mundial actual, sino que han existido siempre que las naciones se han endeudado en monedas que no le son propias.
Claramente el endeudamiento en moneda local es escasamente riesgoso, ya que el patrimonio de la emisión de dinero la posee el mismo Estado Nacional.
Al contrario, la obligación de realizar pagos en moneda ajena es la forma más inocente de encadenarse a las políticas y necesidades propias de otro Estado.
Para que sea viable el endeudamiento en divisas es necesario que exista un sistema internacional de quiebras y reestructuración de deuda soberana, donde los acreedores compartan los riesgos propios de este tipo de transacciones. Es clave entender que los default muchas veces pueden no estar vinculados a hechos controlables por el país deudor, y que pueden ser las condiciones globales (crisis global o regional), las necesidades coyunturales del país emisor de la moneda nominativa (aumento de las tasas de interés estadounidenses) o incluso catástrofes naturales (tsunami) las que condicionen la capacidad de pago.
 

En el Suple ECO (Tiempo Argentino): El FMI entre la austeridad y reestructurar deudas

Por Ernesto Mattos.
 
Entre el FMI y la Argentina hay una relación inversamente negativa, durante los años noventa se escuchó decir que este país fue su mejor alumno mientras el desempleo crecía. Para finales de la década el sistema económico tuvo un cimbronazo internacional (1998, depreciación del real) que hizo tambalear la estructura económica. El efecto acompañó el estallido social de 2001, mientras la complicidad de algunos sectores políticos con los mercados financieros para fugar dólares, de algunos privados, al exterior tuvo como final el corralito. Para evitar la fuga de capitales, las recomendaciones del FMI fueron aplicar recortes en jubilaciones y trabajadores estatales; así la solución nunca coincidió con el problema. Ese drenaje de divisas al exterior contribuyó a generar una transferencia en forma de deuda externa al Estado.
En los años posteriores a 2003, mientras el FMI pedía aumento de tarifas, el gobierno decidió reestructura deudas (2005) por 62.500 MDD que terminaron en un valor nominal de 32.500 MDD (Par, Discount y CuasiPar). Esta reestructuración del 2005 tuvo como corolario la cancelación de la deuda con dicho organismo por 9530 MDD (2006) y el cierre de la oficina del FMI en el ministerio de economía. 
Durante la crisis internacional del 2008 Grecia e Italia entraron en dificultades para afrontar sus compromisos, en el año 2007 tenían una deuda bruta externa –consolidada– como % del PIB del 101%, respectivamente. Entre 2008 y 2013 las recomendaciones, en el caso de Grecia (2012), del FMI fueron: eliminación de aguinaldo y de empleados públicos; privatización de tierra públicas, empresas de gas, electricidad y explotación minera, correo y autopistas. 
 

Mito económico (Página/12-Cash): La expansión del comercio y de la oligarquía.

La Conquista del Desierto
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

Uno de los hitos históricos de la configuración de la economía nacional fue la denominada Conquista del Desierto. La producción de carnes y lanas para la exportación era el lugar que el capitalismo mundial del siglo XIX había asignado a la Argentina en la división del trabajo construida bajo la hegemonía británica. La expansión de ese comercio y del poderío de la oligarquía terrateniente dependía de la expansión de la frontera pecuaria. A ese fin se constituyeron una serie de campañas militares siendo la liderada por el general Roca hacia finales de 1870 una de las más importantes.
La contradictoria tarea de conquistar un desierto por las armas deja en evidencia que la desertificación poblacional de las tierras a conquistar era, en realidad, uno de los objetivos de las campañas. El despoblamiento de las tierras “conquistadas” era funcional a una ganadería que sólo requería tierra y alambre y muy poca mano de obra. Sin embargo, las tierras se encontraban pobladas por entre 20 y 60 mil seres humanos de origen tehuelche y mapuche. Para justificar el robo de sus tierras por parte de la elite blanca se construyó una teoría racista que negaba el carácter humano de los pueblos indígenas reduciéndolos a unas bestias salvajes. Al respecto, así se expresaba Domingo Faustino Sarmiento, el “padre del aula”: “¿Lograremos exterminar a los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado” (El Nacional, 25/11/1876).
 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Mito económico (Página/12-Cash): Mercado y Beneficio social.

La eficiencia económica. 
Por Andrés Asiain y Lorena Putero

Culpar de ineficiencia a algún actor social suele ser una práctica habitual del “bullying” económico. El tecnócrata liberal suele cargar al Estado, al empresario nacional, al trabajador argentino, a la pequeña y mediana industria, a la producción regional o al emprendimiento social con el mote descalificativo de “ineficientes”. Busca excluirlos así de la actividad económica, que debería estar exclusivamente en manos de los “eficientes”: el sector privado, la multinacional, el trabajador de los países que dominan el mercado mundial, la gran industria, la producción pampeana o el emprendimiento con fines de lucro.
¿Qué se entiende por eficiente? Por lo general, el mercado es el juez de la eficiencia de las actividades económicas. Quien logre triunfar en la competencia mercantil tiene certificado de eficiente, cuyo valor va en aumento según la dimensión del mercado en el que logre desarrollarse (local, nacional, regional y mundial). El apoyo estatal es considerado como una especie de práctica desleal en las reglas del juego mercantil, así quien recibe subsidios, protecciones o desgravaciones impositivas, es sospechado de ineficiente por más que triunfe comercialmente. Por contraste, en el orden moral de los eficientistas no hay descalificación para quien apela a la explotación laboral, la evasión impositiva, el control monopólico de redes financieras, de comercialización o proveedores, en su afán de éxito.
El análisis de la eficiencia no considera el impacto general sobre la economía. A modo de ejemplo, en la elección de proveedores para una licitación de obras públicas financiada con créditos de organismos internacionales se suele escoger a quien ofrezca el menor precio de obra. Sin embargo, ello generalmente implica descartar a una “ineficiente” cooperativa nacional y, en cambio, contratar un “eficiente” proveedor multinacional. Pero, si se amplía la mirada económica y se compara el impacto del ahorro fiscal por el menor precio de contratar al proveedor extranjero con el gasto de divisas por importaciones y remisión de utilidades, los puestos de empleo que se dejan de generar en el país, la multiplicación de los gastos y la producción que hubiera generado el proveedor local con su consiguiente efecto sobre la recaudación impositiva, la consideración de quién es más eficiente sería diferente.

En C5N - Economía Política: Los responsables de la inflación.

Entrevista que realizaron al economista Ernesto Mattos para el programa Economía Política - C5N que conduce Roberto Navarro. Tema: La inflación de los Supermercados. Sección a cargo del Economista Dario Gannio.


En Tiempo Argentino (Nota de opinión): Los especuladores de la soja perdieron.

Por Nicólas Zeolla.
 
Esta semana se modificaron los cortes obligatorios de biodiésel que deben tener los combustibles que se comercializan en el país.
Implicará una mayor demanda para las plantas productoras del combustible vegetal que se vieron afectadas por medidas "antidumplig" que tomó la UE. Pero el punto controversial del anuncio fue el pedido de compromiso al sector ante la sospecha por parte del gobierno de no comercialización de una porción de la pasada cosecha de soja, a la expectativa de realizar alguna ganancia especulativa. En cuanto al acopio de parte de la cosecha, algunos números son elocuentes. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario para la campaña 2012/2013 la producción de soja aumentó un 19,2% respecto de la campaña 2011/2012. A su vez, el precio del aceite aumento (+9,2) pero los precios de granos y harinas no se modificaron en relación al año pasado, al igual que los niveles de procesamiento de procesamiento de la industria aceitera. Si las cantidades totales aumentaron y los precios aumentaron levemente, los valores (precios por cantidades) deberían haber aumentado. Sin embargo, al observar la liquidación de divisas del sector, según consigna la cámara de procesadores y exportadores (CIARA-CEC) sólo se observa para 2013 un incremento del 2% en relación con el acumulado al mismo período del año pasado. Esto significa que, con números muy gruesos, habría un remanente de U$S 6190 millones que todavía no se liquidaron.
 

En Tiempo Argentino - Nota de Opinión: Un final acorde.

Por Andrés Asiain.
 
La construcción de un nuevo índice de precios al consumidor muestra que ha sido más efectivo el apuro por conseguir el aval del FMI para obtener acceso a los mercados de crédito externo, que la presión ejercida durante siete años por trabajadores del Indec, especialistas de universidades nacionales, la prensa opositora (y parte de la afín), tenedores de bonos atados a la inflación, sindicatos, empresarios y gran parte de la opinión popular. 
En ese sentido, es un final acorde con una medida que, si bien pudo tener como justificativo el ahorro de intereses por bonos públicos atados a la inflación (unos $ 19.800 millones cada 10 puntos de inflación), generó un costo político interno muy elevado. 
El hecho de que las estadísticas oficiales no reflejaran los aumentos de los precios provocó la derrota comunicacional del oficialismo en torno de las causas de la inflación y le regaló a la oposición política y económica un espacio para poner en duda cada uno de los innumerables logros económicos de la última década.
Como no hay mal que por bien no venga, la construcción de un nuevo índice (aunque sea por la presión del FMI) puede contribuir a revertir esos cuestionamientos y hacer visible la mejora de las condiciones de vida de los argentinos lograda en los últimos años. 
Además, puede ser útil como herramienta de política económica, especialmente para medir los resultados de los controles y congelamientos de precios, y poder utilizarlos como herramientas para desinflar expectativas inflacionarias.
 
Opinión completa: Un final acorde.

martes, 3 de diciembre de 2013

En Tiempo Argentino debate económico: Hay especulación en la pampa húmeda.

Por Ernesto Mattos. 

La Argentina, como toda economía periférica, se caracteriza por problemas de restricción externa, que muchas veces tienen que ver con dificultades en las relaciones socio-económicas en la actividad mercantil diaria, generalmente vinculadas a cómo actúan sus agentes económicos en la estructura productiva. Esto se evidencia en ciertos comportamientos, que se reflejan en variables económicas como la liquidación de divisas. Con sólo tres productos (maíz, trigo y soja en aceite, harina y poroto), la región pampeana es la principal zona del país: representa más del 45% en ingresos de divisas por exportaciones.
La Argentina, como toda economía periférica, se caracteriza por problemas de restricción externa, que muchas veces tienen que ver con dificultades en las relaciones socio-económicas en la actividad mercantil diaria, generalmente vinculadas a cómo actúan sus agentes económicos en la estructura productiva. Esto se evidencia en ciertos comportamientos, que se reflejan en variables económicas como la liquidación de divisas. Con sólo tres productos (maíz, trigo y soja en aceite, harina y poroto), la región pampeana es la principal zona del país: representa más del 45% en ingresos de divisas por exportaciones. Durante la convertibilidad, la producción de soja promedio fue de 16 millones de toneladas con derechos de exportación (DE) casi nulos. En tanto, en el período 2003-2013, alcanzó un promedio de 40 millones de tn anuales con DE crecientes. Después de 2002, los precios internacionales superaron a los históricos, alcanzando un pico de 650 dólares por tonelada, y la producción casi se triplicó. Todo esto produjo una gran masa de ingresos en divisas que tras la crisis de 2008 comenzó a desacelerarse, por la recesión del comercio internacional y otros problemas en economías que demandan productos agroalimentarios. En este contexto difícil a nivel internacional, las políticas económicas que se adoptaron en Argentina fueron, después de 2008, mantener el poder adquisitivo de la población vía transferencias del Estado y redistribuir e incentivar la inversión pública vía otros mecanismos, como el Fondo Federal Solidario (FFS, creado en 2009), que permitió captar un porcentaje de los DE a la soja (y derivados). El 30% de los DE tuvo como destino, principalmente, la obra pública provincial y municipal: pavimento, hospitales, escuelas, etc. Durante los primeros diez meses de 2013, el FFS acumuló $ 8784 millones; en igual período de 2012 se habían acumulado $ 6856 millones. Esto se explica por la depreciación de la moneda –se pasó de $ 4,49 a $ 5,39 por dólar–. 
 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Debate económico (Pàgina/12): Cómo superar la restricción externa

El pago con reservas, tal como se viene haciendo hasta ahora, se enfrenta con el inconveniente de que las arcas del Central se encuentran en baja, por lo que la necesidad práctica de cambiar de estrategia pareciera imponerse.
  
Una nueva estrategia.

Por Andrés Asiain.

Desde una mirada histórica, el desenvolvimiento de la economía argentina en la última década se caracterizó por el debilitamiento de los mecanismos de dependencia financiera que habían condicionado las políticas económicas desde los tiempos de la dictadura militar. Producto en parte de la propia crisis de la convertibilidad que llevó las importaciones a valores mínimos a fuerza de achicar el mercado interno con ajustes y devaluaciones, y de la declaración de la cesación de pagos de la deuda, se logró estabilizar el dólar y acumular reservas sin acceso al financiamiento externo y, por lo tanto, sin ceder a los condicionamientos de política económica que los organismos internacionales de crédito buscaban imponer.
Esa situación inédita permitió la emergencia de un proyecto político que consolidó un proceso de crecimiento económico basado en la ampliación del mercado interno, hecho que significó la inclusión de millones de argentinos que no tenían cabida en la Argentina neoliberal. El nuevo proceso económico se vio favorecido por un mercado mundial en expansión y elevados precios de las materias primas, que permitieron a nuestras exportaciones cubrir las importaciones que acompañaban la creciente actividad y, en simultáneo, retomar los pagos de la deuda en cesación de pagos, previa negociación de una importante quita. Sin embargo, el estallido de la crisis financiera internacional y las disputas internas por la distribución de la renta de la soja derivaron en una pulseada en torno del valor del dólar (léase, distribución del ingreso), con el costoso saldo de una fuga de 96 mil millones de dólares desde mediados de 2007 hasta la imposición de las restricciones a la compra de dólares.


 

En Tiempo Argentino: Aportar alimentos baratos y divisas.

Por Nicólas Zeolla.

Ya desde principios del siglo XX el valor agregado de la producción industrial era mayor que el del sector agropecuario en la economía nacional, tendencia se profundizó con el proceso de industrialización por sustitución de importaciones.
En la actualidad, la actividad agropecuaria sólo genera un 8% del valor agregado total de la economía y un escaso 6% del empleo registrado. Sin embargo, al analizar las exportaciones un 40% corresponden al sector cerealero y oleaginoso (principalmente el complejo soja).
La alta productividad del campo argentino es lo que le permite vender su producción en el mercado internacional a precios más bajos que los de la industria y es lo que define el desequilibrio estructural de la economía nacional.
Este es el marco de la actividad en la actualidad. En cuanto a la coyuntura, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) para la campaña 2012/2013 la producción de soja aumentó un 19% debido a la expansión de la superficie sembrada y los rindes.
Sin embargo, cierta especulación con parte de la cosecha y el menor procesamiento de la industria oleaginosa (harinas y pellets) hizo que las divisas liquidadas hayan aumentado sólo un 2 por ciento.
 

Mito económico (Página/12-Cash): Gran Bretaña y la piratería.

Cómo se construye un imperio.

Por Andres Asiain y Lorena Putero

La historia de la conformación del imperio británico muestra que no sólo estuvo hecha por astutos diplomáticos e ingeniosos industriales. También colaboraron en la empresa una serie de bandas dedicadas al crimen organizado. El robo, la trata de personas y la venta de droga no han sido patrimonio exclusivo de emprendedores del Tercer Mundo, como sugiere el cine hollywoodense. Por el contrario, han sido las principales actividades de una serie de compañías comerciales con apoyo estatal que permitieron la consolidación de Inglaterra como potencia mundial.
En su genial libro Piratas, filibusteros, corsarios y bucaneros, el economista argentino Enrique Silberstein cuenta que el negocio de la piratería cotizaba en la Bolsa de Londres. La adquisición de los barcos, víveres y armamentos que se lanzaban al saqueo de pueblos y abordaje de barcos (principalmente españoles) se sostenía con la colocación de acciones que a la vuelta de la expedición rendían sus respectivos dividendos. Uno de los más rentables, sin duda, fue el del pirata Francis Drake, que pagó dividendos del 10.000 por ciento por sobre el capital invertido. Fue tan impresionante la fortuna obtenida por el famoso pirata del robo de poblados americanos y barcos españoles, que permitió a la reina Isabel (la corona británica era una de las principales inversionistas) cancelar la deuda externa con los holandeses y sentar las bases de la posterior hegemonía de la libra en las finanzas mundiales. Así lo señala John Maynard Keynes, en A trataise of Money, donde indica que con el sobrante de la cancelación de la deuda (unas 42.000 libras) se financió a la compañía de Levante, una empresa colonial que permitió la posterior conformación de la Compañía de Indias Orientales, con la que luego dominarían India y China. Como agradecimiento a sus servicios, en 1581, la reina nombró sir al pirata en una ceremonia realizada a bordo de su famoso Golden Hit.

En el "V Encuentro federal de dirigentes del Movimiento U.N.O":

Participaron de la Mesa “Los desafíos de las economías latinoamericanas en el capitalismo del siglo XXI” Martín Burgos (Economista y Docente) y Ernesto Mattos (Economista y Docente). Viernes 29 de Noviembre de 2013 a las 18.00 hs. En el Salón Auditorio del Mercado Central de Buenos Aires. Mercado Central: Autopista Ricchieri y Boulogne Sur Mer, Tapiales, Buenos Aires.
Se presento cuales son los desafíos en el plano internacional de las economías periféricas ante los lobbys financieros y las instituciones internacionales que están al servicio de distintos gobiernos que tiene como objetivo endeudar a las economías latinoamericanas. En este contexto el lobby interno, como en argentina, denominada oposición política hace las veces de operador de los intereses transnacionales.