Semilla del neoliberalismo
Por Martín Burgos.
Por Martín Burgos.
Para conocer las políticas económicas que llevarían adelante los distintos partidos en caso de ganar las elecciones presidenciales de 2015, deberíamos analizar lo que cada uno está haciendo en sus gobiernos locales. Esta premisa, riesgosa por cierto, no ofrece dudas cuando se trata del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dado que suele alardearse por la política económica que lleva a cabo en lo distrital y la ubica como paradigmática de su programa de gobierno nacional.
De los numerosos aspectos que configuran la política neoliberal, el lugar que ocupa la “lluvia de dólares” de la deuda externa es fundamental dado que es el instrumento por el cual se propone sortear la problemática de la restricción externa. Sin embargo, sabemos que esa herramienta se convierte rápidamente en un bumerán que termina deteriorando las condiciones de empleo y la distribución del ingreso.
Aprendiendo la lección del colapso de 2001, el gobierno nacional actual llevó a cabo una política de desendeudamiento y de independencia respecto de los organismos multilaterales como el FMI que fueron fundamentales para el crecimiento económico. A nivel nacional, la deuda representaba 166 por ciento del PIB en diciembre de 2002, 56 por ciento en diciembre de 2007 y 41 por ciento en junio de 2012. Además de disminuir el stock de deuda respecto del tamaño de la economía, ésta implicó cambios significativos en la composición de los acreedores. Los tenedores privados perdieron peso y la deuda del Estado nacional con este sector disminuyó en la actualidad al 13,8 por ciento del PIB, cuando en 2002 era de 105 por ciento del PIB. Hoy, gran parte de la deuda del sector público se encuentra en manos de organismos del Estado, lo que reduce el riesgo de renovación y permite no tener que endeudarse a las tasas exigidas por el mercado.
Debate completa: La crisis de un distrito clave.
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