Los premiados, además, sostienen teorías contradictorias. En el marco de la persistente crisis inaugurada por la burbuja especulativa, la Academia Sueca optó por premiar a tres economistas que se especializan en estudiar patrones de comportamiento de los mercados financieros. Los motivos.
Consultado por Tiempo Argentino Rodrigo López, de la Cátedra Nacinal Arturo Jauretche recordó que "en las últimas décadas vienen premiando áreas vinculadas al sector financiero y a la econometría. Este año premiaron ambos. Se dijo que los laureados habían dado en el clavo al sostener que no se puede predecir el precio de los activos en el corto plazo, días a o semanas, pero sí en un plazo mayor, como ser cinco años. Es la típica excusa de la economía neoclásica que se siente más cómoda diciendo que sus teorías se cumplen en el largo plazo. Eso es una perogrullada estadística", sentenció.
Matías Vernengo, economista argentino de la Universidad de Utha, coincidió señalando que "es una forma de darle autoridad a posiciones conservadoras".
Por su parte, consultado sobre el trasfondo político de la premiación López aseguró que "buscan justificar el yerro mayúsculo que significó la última crisis internacional. Para ello no les genera pudor alguno premiar teorías mutuamente refutables. Lo que buscaron es explicar la crisis sin sacar los pies del plato de la academia norteamericana. Encontraron tres autores ortodoxos que realizaron correcciones parciales al modelo ortodoxo de las finanzas sin necesidad de tirar por la borda el corazón de la teoría neoclásica. No es intención de la academia premiar los estudios del desarrollo económico, o resolver los problemas de las economías periféricas. No se premiará nunca a los economistas críticos como los marxistas o los estructuralistas latinoamericanos", concluyó.
Consultado por Tiempo Argentino Rodrigo López, de la Cátedra Nacinal Arturo Jauretche recordó que "en las últimas décadas vienen premiando áreas vinculadas al sector financiero y a la econometría. Este año premiaron ambos. Se dijo que los laureados habían dado en el clavo al sostener que no se puede predecir el precio de los activos en el corto plazo, días a o semanas, pero sí en un plazo mayor, como ser cinco años. Es la típica excusa de la economía neoclásica que se siente más cómoda diciendo que sus teorías se cumplen en el largo plazo. Eso es una perogrullada estadística", sentenció.
Matías Vernengo, economista argentino de la Universidad de Utha, coincidió señalando que "es una forma de darle autoridad a posiciones conservadoras".
Por su parte, consultado sobre el trasfondo político de la premiación López aseguró que "buscan justificar el yerro mayúsculo que significó la última crisis internacional. Para ello no les genera pudor alguno premiar teorías mutuamente refutables. Lo que buscaron es explicar la crisis sin sacar los pies del plato de la academia norteamericana. Encontraron tres autores ortodoxos que realizaron correcciones parciales al modelo ortodoxo de las finanzas sin necesidad de tirar por la borda el corazón de la teoría neoclásica. No es intención de la academia premiar los estudios del desarrollo económico, o resolver los problemas de las economías periféricas. No se premiará nunca a los economistas críticos como los marxistas o los estructuralistas latinoamericanos", concluyó.
Nota completa: El Nobel, de espaldas a la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario