“Volver a los mercados”
Por Andres Asiain y Lorena Putero
“Especule y vuelve” es hoy la consigna de quienes resisten la política de desendeudamiento y luchan por el retorno del FMI al poder. “Volveré y seré millones de dólares” es la profecía que busca sumar voluntades para la reconstrucción de la patria financiera. Por ello, mientras alientan corridas en el mercado cambiario y ponen al tope de la agenda mediática la nueva marca alcanzada por el dólar blue, comentan que Brasil y México obtuvieron préstamos a largo plazo a poco más del 4 por ciento. Buscan así instalar la idea de que colocando bonos a tasas bajas en los mercados internacionales se incrementarán las reservas y se ahuyentará el temor a una brusca devaluación, permitiendo eliminar las restricciones al atesoramiento, el turismo y las importaciones. De esa manera, la actividad económica podría incrementarse sin los molestos límites que impone la escasez de dólares, y la clase media dejará de hacer sonar sus cacerolas permitiendo un amplio triunfo electoral de quien sea el impulsor de esas medidas.
Lo que pocos mencionan es que para obtener el carnet de acceso a los mercados hay una serie de condiciones que no sólo incluyen pasar la revisión estadística del FMI, sino también arreglar un plan de pagos por las cuotas adeudadas a los fondos buitre, el Club de París y el Ciadi. Respecto de los fondos buitre, la posibilidad de acordar depende del resultado final del fallo de la Justicia de Nueva York. De dar lugar a la posición de los buitres, la posibilidad de acordar se vuelve muy lejana, ya que pagarles el ciento por ciento de lo que demandan podría activar pedidos similares del 92,4 por ciento de los bonistas que aceptaron el canje. En cambio, de prevalecer la oferta argentina, existe la posibilidad de regularizar esa deuda con un esquema de pagos viable, aunque con su complicación para el 2017 cuando vencen los bonos entregados a cambio de los intereses caídos desde 2005, a quienes adhieren posteriormente al canje.
Por Andres Asiain y Lorena Putero
“Especule y vuelve” es hoy la consigna de quienes resisten la política de desendeudamiento y luchan por el retorno del FMI al poder. “Volveré y seré millones de dólares” es la profecía que busca sumar voluntades para la reconstrucción de la patria financiera. Por ello, mientras alientan corridas en el mercado cambiario y ponen al tope de la agenda mediática la nueva marca alcanzada por el dólar blue, comentan que Brasil y México obtuvieron préstamos a largo plazo a poco más del 4 por ciento. Buscan así instalar la idea de que colocando bonos a tasas bajas en los mercados internacionales se incrementarán las reservas y se ahuyentará el temor a una brusca devaluación, permitiendo eliminar las restricciones al atesoramiento, el turismo y las importaciones. De esa manera, la actividad económica podría incrementarse sin los molestos límites que impone la escasez de dólares, y la clase media dejará de hacer sonar sus cacerolas permitiendo un amplio triunfo electoral de quien sea el impulsor de esas medidas.
Lo que pocos mencionan es que para obtener el carnet de acceso a los mercados hay una serie de condiciones que no sólo incluyen pasar la revisión estadística del FMI, sino también arreglar un plan de pagos por las cuotas adeudadas a los fondos buitre, el Club de París y el Ciadi. Respecto de los fondos buitre, la posibilidad de acordar depende del resultado final del fallo de la Justicia de Nueva York. De dar lugar a la posición de los buitres, la posibilidad de acordar se vuelve muy lejana, ya que pagarles el ciento por ciento de lo que demandan podría activar pedidos similares del 92,4 por ciento de los bonistas que aceptaron el canje. En cambio, de prevalecer la oferta argentina, existe la posibilidad de regularizar esa deuda con un esquema de pagos viable, aunque con su complicación para el 2017 cuando vencen los bonos entregados a cambio de los intereses caídos desde 2005, a quienes adhieren posteriormente al canje.
Mito completo: Emitir deuda en la plaza financiera internacional.
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