Por Ernesto Mattos.
Intentemos hacer un ejercicio de economistas: supongamos que el IPC-Congreso mide la inflación. Sumemos otro dato de la realidad que son las opiniones de los sectores políticos: "La inflación esta descontrolada, (Moyano-CGT)"; o "La inflación es un cáncer y la voy a combatir (Massa-Frente Renovador)". Estos sectores políticos toman como referencia el IPC-Congreso, que a su vez es tomado por el Informe Económico Semanal del Banco Ciudad, que preside Federico Sturzenegger. Para estos sectores, la emisión tiene que ver con los niveles de inflación. En el siguiente párrafo se confirma la utilización de los datos del IPC-Congreso para realizar este informe semanal: "Nadie a ciencia cierta puede adivinar cuándo termina esta novela. Sólo sabemos que 2012 le subió el rating a la discusión al probar que la inflación podía subir aún con la economía en recesión e indicando que quizás ahora la convergencia entre ambas podría estar más cerca. Según el IPC-Congreso, la inflación trepó a 25,6% en 2012 y superó en tres puntos el registro de 2011". Entonces, para los sectores políticos de oposición, el IPC-Congreso es la medida de la inflación.
En este contexto es que surgieron diversos entre dichos y pedidos de la Secretaría de Comercio Interior. Uno de ellos fue la metodología para calcular la variación de los precios: "Montados sobre la desconfianza generalizada que genera el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec a partir de 2007, varias consultoras privadas, la mayoría cercanas al establishment financiero, comenzaron a difundir sus propios índices de inflación. Estos registros fueron creciendo año tras año hasta llegar a estimaciones que proyectan índices anuales de hasta el 35%". Comercio Interior les reclamó que presenten sus métodos de medición. Dos consultoras, Efimac, de Miguel Kiguel, y Abeceb.com, de Dante Sica, no llevan a cabo ningún tipo de muestreo de precios, ya que realizan sus estimaciones con una fórmula que computa la evolución de la emisión monetaria y el gasto público, un procedimiento que no tiene relación con la confección de un IPC. Como comentamos en párrafos anteriores, no es lo mismo inflación, ni IPC, ni costo de vida, pero sectores políticos insisten en presentar al IPC como una medida de la inflación, aunque sus mediciones están contaminas de imprecisiones metodológicas.
En este contexto es que surgieron diversos entre dichos y pedidos de la Secretaría de Comercio Interior. Uno de ellos fue la metodología para calcular la variación de los precios: "Montados sobre la desconfianza generalizada que genera el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec a partir de 2007, varias consultoras privadas, la mayoría cercanas al establishment financiero, comenzaron a difundir sus propios índices de inflación. Estos registros fueron creciendo año tras año hasta llegar a estimaciones que proyectan índices anuales de hasta el 35%". Comercio Interior les reclamó que presenten sus métodos de medición. Dos consultoras, Efimac, de Miguel Kiguel, y Abeceb.com, de Dante Sica, no llevan a cabo ningún tipo de muestreo de precios, ya que realizan sus estimaciones con una fórmula que computa la evolución de la emisión monetaria y el gasto público, un procedimiento que no tiene relación con la confección de un IPC. Como comentamos en párrafos anteriores, no es lo mismo inflación, ni IPC, ni costo de vida, pero sectores políticos insisten en presentar al IPC como una medida de la inflación, aunque sus mediciones están contaminas de imprecisiones metodológicas.
Clásico completo: La suba de precios no se calcula con el costo de vida.
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