Por Andres Asiain.
La falta de propuestas y viendo lejanas sus chances electorales, gran parte de la oposición, sea partidaria o mediática, se ha montado sobre cuestiones como el alza de los precios para desgastar el oficialismo y tratar de reducir la contundente brecha de votos que le sacó en las últimas elecciones. En ese afán, dejan de lado una preocupación real sobre las causas que se encuentran detrás de ese fenómeno económico y mucho menos, trabajan sobre posibles soluciones.
Por el contrario, se intenta machacar sin fundamentos que son fenómenos que responden a malas políticas gubernamentales, escondiendo la responsabilidad que también le cabe al sector privado y a ellos mismos.
Es así como apoyaron en su momento el desabastecimiento generado por las patronales agropecuarias, que provocó un fenomenal incremento en los precios de los alimentos previo a las paritarias del 2008, a partir de lo cual la inflación adquirió una dinámica inercial que duplicó a la registrada en los meses previos a ese conflicto, y que se mantiene hasta casi la actualidad. De la misma manera, esconden la desaceleración de la inflación en 2012 y, especialmente, en el presente año al acordarse un congelamiento de precios con los supermercados.
Esa desaceleración no es una sensación de los índices oficiales, sino que también la evidencian las estadísticas provinciales y aún los índices privados de la mayor parte de las consultoras. Su ocultamiento por parte de la oposición, deja en evidencia su desinterés por el bolsillo de la población, y su apuesta mezquina al deterioro de la situación económica como instrumento para su posicionamiento electoral.
La falta de propuestas y viendo lejanas sus chances electorales, gran parte de la oposición, sea partidaria o mediática, se ha montado sobre cuestiones como el alza de los precios para desgastar el oficialismo y tratar de reducir la contundente brecha de votos que le sacó en las últimas elecciones. En ese afán, dejan de lado una preocupación real sobre las causas que se encuentran detrás de ese fenómeno económico y mucho menos, trabajan sobre posibles soluciones.
Por el contrario, se intenta machacar sin fundamentos que son fenómenos que responden a malas políticas gubernamentales, escondiendo la responsabilidad que también le cabe al sector privado y a ellos mismos.
Es así como apoyaron en su momento el desabastecimiento generado por las patronales agropecuarias, que provocó un fenomenal incremento en los precios de los alimentos previo a las paritarias del 2008, a partir de lo cual la inflación adquirió una dinámica inercial que duplicó a la registrada en los meses previos a ese conflicto, y que se mantiene hasta casi la actualidad. De la misma manera, esconden la desaceleración de la inflación en 2012 y, especialmente, en el presente año al acordarse un congelamiento de precios con los supermercados.
Esa desaceleración no es una sensación de los índices oficiales, sino que también la evidencian las estadísticas provinciales y aún los índices privados de la mayor parte de las consultoras. Su ocultamiento por parte de la oposición, deja en evidencia su desinterés por el bolsillo de la población, y su apuesta mezquina al deterioro de la situación económica como instrumento para su posicionamiento electoral.
Nota de opinión: Una estrategia electoral.
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