Por Mariano Beristain.
El gobierno nacional parece decidido a poner en marcha una modificación en el sistema impositivo que permita gravar aquella renta financiera que hoy no paga nada.
El gobierno nacional parece decidido a poner en marcha una modificación en el sistema impositivo que permita gravar aquella renta financiera que hoy no paga nada.
Por lo menos dio el primer paso. Abrió el debate en el Congreso por un pedido expreso que la jefa del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Juliana Di Tullio le hizo al diputado Héctor Recalde.
En principio, Di Tullio le solicitó hace ya 20 días al legislador de extracción sindical que haga un compendio de los proyectos en danza y redacte uno simplificado.
Sin embargo, la noticia se conoció recién el viernes último. La idea inicial de Di Tullio es conocer cuánto podría recaudar el Estado si decide gravar la renta financiera y, a partir de ahí, consensuar una iniciativa conjunta con el Poder Ejecutivo que apunte a subir el techo por el cual se grava a los salarios con el Impuesto a las Ganancias.
Por lo menos dio el primer paso. Abrió el debate en el Congreso por un pedido expreso que la jefa del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Juliana Di Tullio le hizo al diputado Héctor Recalde.
En principio, Di Tullio le solicitó hace ya 20 días al legislador de extracción sindical que haga un compendio de los proyectos en danza y redacte uno simplificado.
Sin embargo, la noticia se conoció recién el viernes último. La idea inicial de Di Tullio es conocer cuánto podría recaudar el Estado si decide gravar la renta financiera y, a partir de ahí, consensuar una iniciativa conjunta con el Poder Ejecutivo que apunte a subir el techo por el cual se grava a los salarios con el Impuesto a las Ganancias.
Por su parte, Ernesto Mattos, economista del CEMOP, cree que
habría que aplicar un gravamen extra a los beneficios de la banca que el
año pasado obtuvieron un beneficio neto de $ 19 mil millones y "son el
sector que más ha ganado en la última década, gracias al impulso del
consumo".
Más allá de las características que tenga el proyecto final, lo
importante es que esta idea de impulsar un sistema tributario más
progresivo tome cuerpo y no se transforme en un simple manual de buenas
intenciones o naufrague fruto de las fuertes presiones de un sector
financiero que históricamente ha logrado gambetear cualquier reforma que
los obligue a pagar impuestos como lo hace el resto de la población.
Desde el punto de vista político es una iniciativa compleja porque se presenta en los meses previos al comicio electoral.
Sin embargo, también es cierto que la sociedad, particularmente,
los sectores medios beneficiarios de esta medida, celebrarían una
propuesta de estas características. Además, también sería un mensaje
claro a los votantes de que el Ejecutivo está dispuesto a poner en
marcha las decisiones de fondo necesarias para encabezar la segunda
década de reformas socioeconómicas profundas que reclama el modelo
socioeconómico.
Panorama completo: Gravar la renta financiera.
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