Tensión en las redes eléctricas.
Producción Tomas Lukin.
Los especialistas explican cómo se organiza el
sistema eléctrico en la actualidad, analizan cuáles fueron las medidas
que tomó el Gobierno durante los últimos años y proponen alternativas
para el futuro próximo.
Quitar la concesión.
Por Rodrigo López (Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche).
Las crónicas de los cortes de luz en la ciudad de Buenos Aires
conviven con el machaque de algunos medios sobre la necesidad de quitar
los subsidios al sector eléctrico. Ellos tendrían la culpa por no
permitir el natural mecanismo asignativo del mercado. Lamentablemente,
la bibliografía mundial sobre el tema prueba sobradamente que la
elasticidad precio de la demanda de electricidad en las economías de
todos los países es menor a la unidad, es decir, este tipo de servicio
es esencial y su consumo se ajustará poco a una variación de los
precios. Cuando los más reaccionarios exponentes del neoliberalismo
criollo se hacen los campeones de la equidad distributiva es para
sospechar. En realidad, esconden un objetivo fiscalista que, además de
no tener sentido, pues el Gobierno puede financiar sus gastos en pesos,
tampoco implicará cambio alguno en la realidad del sector eléctrico.
¿Por qué crecieron los subsidios? Dadas las particularidades del
sector (la oferta no puede producirse por anticipado y la demanda debe
satisfacerse de forma inmediata sin mediar pedido previo), se necesita
administrar los despachos, función que recayó en la empresa mixta
Cammesa. Las generadoras vendían su electricidad a un precio, y las
distribuidoras lo compraban a otro; las pequeñas diferencias las
administraba Cammesa.
Desde los años noventa la solución al problema de la falta de
generación se dio dejando que las inversiones privadas fueran
consolidando una estructura tecnológica de base térmica (combustibles
líquidos y gas), dado que dichas centrales son las más económicas y más
rápidas de construir y que sus insumos no presentaban entonces valores
elevados. A partir de la crisis internacional de 2007, el precio del gas
subió de forma exponencial. La política de vaciamiento de Repsol agravó
el problema. Hoy, la importación de combustible es una de los causales
principales de la restricción externa y del crecimiento vertiginoso de
los subsidios, pues la diferencia cada vez mayor entre el precio (alto)
de los generadores y el precio (“congelado”) de los distribuidores la
cubrió el Estado.
Debate completo: Que cambios hacer en la política energetica luego de los cortes.
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