Por Andrés Asiain.
La reunión de ayer de la presidenta con empresarios y sindicatos tiene la virtud de poner frente a frente las demandas de cada sector.
De esa manera, se puede establecer si los pedidos particulares son compatibles con un proyecto común o si son exigencias contradictorias que obligan a elegir entre ganadores y perdedores. Esa es la actitud de quien sabe que la responsabilidad de la gestión de un país exige la búsqueda de consensos cuando es posible pero también la de elegir entre ganadores y perdedores cuando es necesario.
Esa actitud contrasta con la de algunos candidatos opositores que prometen a empresarios y sindicatos de los más variados sectores satisfacer todas sus demandas, sin importarle si su cumplimiento es realmente posible. Es que como se candidatean a legisladores, aun en caso de ganar pueden presentar proyectos contradictorios con la irresponsabilidad que les brinda no estar al frente del ejecutivo. En ese sentido, la convocatoria realizada a los "titulares" para sentarlos en una misma mesa de negociación, se pareció a un llamado de atención para que privilegien el país real que se construyó en la última década por sobre las promesas irresponsables de algún aspirante a legislador.
De esa manera, se puede establecer si los pedidos particulares son compatibles con un proyecto común o si son exigencias contradictorias que obligan a elegir entre ganadores y perdedores. Esa es la actitud de quien sabe que la responsabilidad de la gestión de un país exige la búsqueda de consensos cuando es posible pero también la de elegir entre ganadores y perdedores cuando es necesario.
Esa actitud contrasta con la de algunos candidatos opositores que prometen a empresarios y sindicatos de los más variados sectores satisfacer todas sus demandas, sin importarle si su cumplimiento es realmente posible. Es que como se candidatean a legisladores, aun en caso de ganar pueden presentar proyectos contradictorios con la irresponsabilidad que les brinda no estar al frente del ejecutivo. En ese sentido, la convocatoria realizada a los "titulares" para sentarlos en una misma mesa de negociación, se pareció a un llamado de atención para que privilegien el país real que se construyó en la última década por sobre las promesas irresponsables de algún aspirante a legislador.
Opinión completa: Contrastes.
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